El manuscrito

Aprovechando estos últimos días de agosto y de vacaciones os dejo esta nueva entrada de mis “luces y sombras”, en esta ocasión para hablaros del siguiente paso una vez hayamos acabado nuestra novela.
Muy bien, ya tenemos nuestro manuscrito terminado, revisado y corregido ¿y ahora qué? Pues es el momento de buscarle una salida y hacerlo llegar a tus lectores.
Para ello contamos con diferentes vías:

Editoriales
Agentes literarios
Concursos literarios
Auto-publicación

Editoriales y Agentes literarios
Es la primera opción en la que pensamos los que nos iniciamos en esta aventura, pero también es verdad que es una de las más difíciles y desesperantes.
Habrás de hacer una cuidadosa selección antes de enviar tu manuscrito, ya que, si su línea editorial no va con la temática de tu novela, por muy buena que ésta sea, simplemente la desecharán.
Si por ejemplo has escrito una novela romántica no tiene ningún caso, pero ninguno y en esto suelen ser inflexibles, que la mandes a una editorial que publica fantasía o juvenil. Lo mejor sería echarle un vistazo a sus catálogos para ver qué publican. En las secciones que destinan a “envío de manuscritos” muchas veces informan acerca de los género en los que están interesadas. Vuelvo a insistir, el género de nuestra obra es primordial a la hora de elegir las editoriales a las que hemos de enviar nuestra novela; si lo hacemos bien, estaremos ahorrándonos mucho trabajo, tiempo malgastado en esperas improductivas y dinero.
Bien, una vez que tengamos nuestra lista de editoriales en donde nuestra novela encaja, habremos de zambullirnos de cabeza en su página web para conocer los requisitos para poder hacérselas llegar. Con respecto a esto acude a mi mente aquel refrán de “cada maestro tiene su librillo”, pues bien, con las editoriales ocurre exactamente lo mismo, cada una tiene su sistema y habremos de respetarlo y hacer las cosas tal y como se nos indica para darle a nuestro manuscrito al menos la posibilidad de ser evaluado.
Debes visitar la página web de cada una de ellas y cerciorarte de que actualmente están aceptando nuevos trabajos, si no lo dicen, puedes enviar un breve email al departamento de lectura preguntando cortésmente si aceptan manuscritos y la forma de enviarlos. Algunas te ahorrarán mucho dinero porque sólo aceptan envíos por correo electrónico y otras te dirán que sólo puedes enviarlos en papel, lo que significará que habrás de invertir un dinerillo en tinta, papel, encuadernación, sobre y envío (unos diez euros aproximadamente).

                                                                             
                                                                     

Cuida mucho la presentación, el manuscrito tiene que estar bien maquetado, márgenes, tipo de letra (lo mejor para textos en papel son las letras con serifa tipo time new roman y similares), páginas enumeradas, texto cuadrado, encuadernación cuidada (evita tapas de colores, o diseños rebuscados, busca siempre lo más simple y neutro posible), el título del libro ha de estar claro y centrado al igual que tu nombre.
Como he dicho antes, muchas editoriales aceptan envíos por correo electrónico e incluso cuentan con formularios para rellenar on line lo que resulta muy cómodo y rápido, y en tan sólo unos minutos, habrás hecho el envío.
Sin embargo, hay ocasiones en las que la editorial no pondrá a nuestra disposición ningún formulario para rellenar ni ninguna indicación al respecto  y habremos de acercarnos a ella con nuestro manuscrito, siguiendo nuestro propio criterio y con mucho tino. Esto nos requerirá un poquito más de trabajo, habremos de presentarnos ante ellas de una forma escueta, pero a la vez efectiva. Por suerte para nosotros existen dos documentos fantásticos e imprescindibles y que serán el objetivo de las siguientes entradas: la Carta de presentación y la Propuesta editorial.



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